UNA GRAN FAMILIA

Este espacio esta hecho para todos ustedes de manera a fortalecer mas la gran familia del COLEGIO NACIONAL DR. JUAN MANUEL FRUTOS

martes, 9 de noviembre de 2010

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS COMPETENCIAS Y LAS CAPACIDADES (PARTE II)

ALGUNAS  CONSIDERACIONES SOBRE LAS COMPETENCIAS Y LAS CAPACIDADES  (PARTE II)
Lic. Luis Torres

Las competencias como características o expresión de capacidades reales del individuo, están integradas en una totalidad que guardan relación causal con un desempeño efectivo, y están asociadas a conductas que se observan con mayor frecuencia, en situaciones diversas y con mejores resultados.
Esta totalidad está conformada por las llamadas capacidades,  las cuales permiten alcanzar objetivos con un grado de eficacia  trascendente. Por eso es que se puede relacionar con el concepto de competencia el de inteligencia. Podemos, entonces, definirla desde este ángulo como la capacidad (especie de supracapacidad) de interactuar eficientemente con el entorno. Implícitamente en esta definición está la idea de un rol que debe cumplir el competente en su realidad.
Podríamos seguir precisando el significado acompañando la afirmación dada por la UNESCO, que resume el significado de competencia en lo que sería un sabe hacer. Este saber se centra en el cómo y no tanto el qué; sumándole calidad ética y técnica; respeto, creatividad, y constructividad.
Las competencias tienen un carácter contextual, lo que significa que se manifiestan ante una determinada situación o demanda. Esto nos obliga como docentes a crear o propiciar dicha situación capaz de exigir cada vez mejores respuestas de los alumnos; exponiéndolos hipotéticamente para los diferentes obstáculos que deberán enfrentar en sus vidas. Entonces, es claro el objetivo docente: lograr que los alumnos apliquen conocimientos en circunstancias poco familiares.
Este dinamismo de las competencias supone un esfuerzo mancomunado de las distintas disciplinas, de distintas estrategias y de todos los agentes que intervienen en el acto de aprendizaje; por  ello es el objetivo más difícil que tiene el sistema educativo.
Entendiendo a la competencia como una configuración psicológica nos permite afirmar  la posibilidad que tiene el alumno de activar todo el conjunto de recursos potenciales y cualidades en una configuración de carácter cognitivo y motivacional para responder a una determinada situación concreta. Y quiero detenerme aquí en la palabra motivacional, la cual nos conduce a considerar como un factor importantísimo ─hasta diría clave─ el deseo consciente del alumno de superarse y desarrollarse. Sin esto la competencia se vuelve inalcanzable, ya que por más buenas estrategias pedagógicas que propongamos a los alumnos no estamos asegurando nada todavía; en razón de que el principal actor no tiene ganas de cumplir su papel y, entonces, no pondrá en curso todo su potencial cognitivo. Quizás deberíamos empezar primero a interesarnos por este factor motivacional para continuar luego con los experimentos pedagógicos, si es que queremos que las competencias no sean palabras muertas.
¿Cómo pueden lograrse competencias con una educación que transmite conocimientos en forma mecánica?
Todavía existen resabios en las instituciones educativas que contestarían a la anterior pregunta diciendo que sí se puede. Pero, evidentemente, es imposible. Como la competencia es en su carácter eminentemente dinámica, un actuar competente requiere una contextualización y concienciación de los aprendizajes y de la apropiación, junto con las habilidades básicas asociadas a una actividad, de la capacidad de captar y de comprender las relaciones que determinan los hechos, por lo que es clave la experiencia acompañada por una reflexión educativa que desentrañe los aspectos que trascienden para el dominio de la lógica de la actuación. Si esto no es así, sería entender que la vida es tan sencilla como sumar dos más dos; y si fuera así, entonces, los docentes de la vieja escuela sí tendrían razón al afirmar que la educación consistiría en proponer magistralmente una información sin más. Pero como los hechos indican, lastimosamente, la vida no es tan sencilla; y necesita de una mayor preparación cognitiva y emocional. Y las competencias juegan un papel vital para ello; vuelvo a repetir, las competencias obligan a cambiar el enfoque docente a la hora de desarrollar las clases, descentralizando el monopolio de la palabra, fusionando disciplinas en las explicaciones, elaborando casos que representen mínimanente situaciones semejantes a la vida real de los alumnos, etc.
Resumiendo un poco podemos decir sin miedo a equivocarnos, que las competencias reúnen elementos de la personalidad y elementos propios de la actividad específica que realiza el sujeto; elementos que se construyen y reconstruyen en un proceso dialéctico de objetivación de las capacidades. Estos elementos son los que a continuación se analizan:
1.                          componente cognitivo: integrado por los conocimientos conceptuales, teóricos y empíricos, así como el sistema de acciones que contiene las habilidades específicas y generales inherentes a la actividad.
2.                          componente metacognitivo: garantiza la regulación y el control del proceso, y su dominio consciente mediante la reflexión y el conocimiento metacognitivo. Lo cual posibilita la elaboración, planificación, control, evaluación y corrección de las estrategias que se despliegan en cada uno de los momentos del conocimiento.
3.                          componente motivacional: se erige en aspecto dinamizador de las competencias en tanto necesidades, intereses, expectativas y motivos que estimulan el comportamiento investigativo, y, por tanto, la actitud científica.
4.                          cualidades de la personalidad: refleja los valores que se asumen, resultando esenciales la perseverancia, el compromiso, la crítica constructiva, la honestidad y la audacia.

Bibliografía
Revista Acción pedagógica Nº 17. Enero. 2008.
Evaluación educativa. 2º Ciclo. Mec.

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